Causas
internas y externas de la emancipación.
El Virreinato del Río de la Plata durante la primera década de 1800
debió hacer frente a situaciones internas y externas que pusieron en tensión a
la sociedad colonial e impulsaron un proceso de emancipación.
Al comenzar el siglo XVIII Europa se encontraba agitada por las guerras
que enfrentaban a la Francia de Napoleón e Inglaterra. España era un imperio en
decadencia que había caído bajo la influencia francesa. En 1805 se produjo la
batalla de Trafalgar donde la fuerza naval franco-española fue aplastada por la
armada real británica. Esta batalla delimitó las nuevas fronteras de la guerra.
Francia se hizo fuerte en el continente europeo, sin embargo, los mares
quedaron bajo el absoluto dominio británico. Por su parte, España con su flota
destruida, se mostró incapaz de sostener el monopolio comercial con sus
colonias. El Virreinato sufría el desabastecimiento de toda clase de productos
como consecuencia de las guerras napoleónicas.
Francia, liderada por Napoleón Bonaparte, en 1806 dispuso el bloqueo
continental de los puertos a los productos británicos con el objetivo de
asfixiar económicamente a Gran Bretaña. Los ingleses, que se encontraban en
pleno desarrollo de la revolución industrial se vieron forzados a buscar nuevos
mercados donde volcar su producción. Las desabastecidas colonias españolas en
Sudamérica, y en especial las del Río de la Plata, fueron vistas por los
británicos como un destino alternativo para expandir su comercio. En este
contexto se produjeron las invasiones inglesas al Río de la Plata.
El 24 de junio de 1806, una fuerza de 1500 hombres al mando del general
Beresford desembarcó en las costas de Quilmes iniciando la marcha hacia Buenos
Aires donde ocupó el fuerte. El Virrey abandonó la ciudad, se dirigió a
Córdoba y luego a Montevideo. Beresford con el fin de despertar la simpatía de
los porteños decretó el reglamento de libre comercio y la reducción de los
impuestos de aduana sobre las exportaciones e importaciones.
Sin embargo, la mayoría de la población no ocultó su hostilidad y
organizó la resistencia. El comandante del fuerte de Ensenada, Santiago de
Liniers, se trasladó a Montevideo donde organizó un cuerpo de tropas con el que
atacó el fuerte de Buenos Aires. El 12 de agosto Beresford presentó su
rendición.
Ante la ausencia del Virrey un cabildo abierto reunido el 14 de agosto
encomendó el mando militar a Liniers desoyendo las protestas de Sobremonte
desde Montevideo. Ante la amenaza de un nuevo ataque británico, Liniers
organizó a la población civil en milicias para la defensa de la ciudad. Los
nativos de Buenos Aires formaron el cuerpo de Patricios, con los del interior
se formó el cuerpo de Arribeños, así fueron formándose los de Húsares, Pardos y
Morenos, Catalanes, Gallegos, Andaluces, Cántabros y Montañeses. Todos los
vecinos se movilizaron para la defensa, también participaron los esclavos.
Liniers, impuesto por la voluntad popular, dispuso el principio
democrático de que los integrantes de cada cuerpo eligieran a sus jefes y
oficiales. A comienzos de febrero de 1807 llegaron noticias de que una nueva
expedición inglesa había tomado Montevideo. El 10 de ese mes Liniers convocó a
una junta de guerra que, en una medida sin precedentes, decidió deponer al
Virrey Sobremonte en vista de su fracaso también en Montevideo. El gobierno
recayó en la Audiencia de Buenos Aires.
El 28 de junio de 1807 el general británico Whitelocke desembarcó en la
Ensenada de Barragán con una fuerza de 10.000 hombres. La ciudad, bajo la
dirección del Alcalde Martín de Álzaga, se fortificó. Liniers, organizó las
milicias y Buenos Aires resistió la invasión. La lucha fue dura y el 6 de julio
Whitelockle pidió la capitulación. Los ingleses debieron abandonar sus
posiciones en el Río de la Plata.
Sin lugar a dudas, las invasiones
inglesas de 1806 y 1807 habían puesto en evidencia la debilidad de la metrópoli
española para defender sus colonias. La población debió hacerse cargo de
la defensa de la capital del Virreinato, Buenos Aires. El éxito obtenido al
expulsar al invasor británico sin apoyo de la Metrópoli abonó el terreno para
las ideas de cambio que proponía la ilustración impulsadas por el sector
criollo. La idea de independencia circulaba en las terturlias, reuniones
sociales, a veces de manera oculta, como el caso de la jabonería de Vieytes; en
otros casos de manera abierta, como en el caso del Café de Marco.
Mientras tanto en Europa continuaba la guerra. En 1808, el ejército
napoleónico decidió invadir Portugal, aliado de Inglaterra, para concretar el
bloqueo continental burlado por los portugueses. Francia estableció un pacto
con Carlos IV, rey de España, para que sus ejércitos atravesaran el territorio
español con el fin de invadir por tierra a Portugal. El pueblo español frente
al avance de las tropas napoleónicas se siente traicionado por su rey y se
produce una rebelión popular. El pueblo exige que el rey abdique en favor de su
hijo Fernando VII.
Frente a esta situación Napoleón interviene dispuesto a apropiarse del
trono español. Tomó prisioneros a Carlos y Fernando, y coronó a su hermano José
Bonaparte como Rey de España. El pueblo desconoció la autoridad de José Bonaparte
y entre tanto formó una Junta Central de Gobierno en la ciudad de Sevilla hasta
que Fernando VII regresara al trono.
En 1808, la Junta Central de Sevilla, legitima la autoridad de Santiago
de Liniers como Virrey interino. En el Río de la Plata las invasiones inglesas
y la situación europea pusieron en efervescencia
a la población. En 1809 la Junta Central
reemplaza a Liniers por Baltasar Hidalgo de Cisneros como Virrey del Río de la
Plata. El enfrentamiento entre criollos y el grupo privilegiado formado por los
españoles peninsulares se puso de manifiesto entre los partidarios del libre
comercio, hacendados criollos principalmente, y los defensores del monopolio
comercial, comerciantes peninsulares.
Esta tensión se reflejó en un informe escrito por Mariano Moreno en
representación de los hacendados criollos que fue elevado al Virrey Cisneros.
En este escrito Moreno defiende la
necesidad de establecer el libre comercio. Mezcladas con estas ideas, otro grupo
de criollos comenzaba a agitar ideas de independencia.
Entretanto, siguiendo el ejemplo de la población española, un
movimiento juntista intenta organizarse en el Alto Perú, en 1809, donde
las incertidumbres provocadas por la crisis de la monarquía española llevaron a
levantamientos en Chuquisaca y La Paz.
En este contexto, el Virreinato del Río de la Plata se vio conmocionado
con la noticia de la caída de la Junta Central en enero de 1810. Todo el
territorio de la Metrópoli había caído bajo el poder de las tropas napoleónicas.
La Junta Central había sido reemplazada por un Consejo de Regencia que no poseía
ningún tipo de legitimidad. En Buenos
Aires Cisneros debió convocar a un Cabildo Abierto ante la presión de los
grupos criollos.
Los sucesos en España, controlada por Napoleón desde 1808, llevaron a un
punto máximo el enfrentamiento entre criollos y peninsulares que terminó
derivando en un proceso revolucionario que se consolidó entre mayo de 1810 y
el 9 de julio de 1816, año en que estos territorios americanos se
declaran independientes de la metrópoli española.
Actividades:
1) Identificá los conflictos que anteceden al proceso emancipador de
mayo de 1810.
2) Analizá los fragmentos de fuentes de la época que se presentan a
continuación, contextualizá cada uno de ellos y asociálo a un conflicto
identificado.
• "....La fermentación en que últimamente se había puesto este
pueblo, según manifesté a Vuestra Excelencia en fecha 25 del pasado,
promoviéndose ideas sediciosas contra el gobierno de que públicamente se habla
en los cafés y tertulias, me puso en la precisión de establecer un juzgado de
vigilancia, a cargo del activo y celoso fiscal del crimen de esta real
audiencia, don Antonio Caspe, con tan buenos resultados que no sólo se ha
logrado cortar aquel pernicioso cáncer, sino que se ha descubierto (cosa no común)
el autor de varios anónimos seductivos y diabólicos que se esparcían en esta
ciudad y se remitían a las interiores…"
Carta del Virrey Cisneros a Martín Garay, Secretario de la Junta Central
de Sevilla, de 3 de Enero de 1810.
• "La casa del señor Vieytes en la calle Venezuela, y la de
Nicolás Rodríguez Peña, en la calle de la Piedad, tras de la iglesia de San
Miguel, servían frecuentemente de punto de unión a los iniciados en el
pensamiento de formar un gobierno independiente de la antigua metrópoli. Se
inventaban excursiones al campo y partidas de caza para disfrazar el verdadero
intento de este figurado pasatiempo..."
Guido, Tomás, 25 de mayo de 1810. Reseña histórica por el brigadier
Tomás Guido. Montevideo, mayo 1856.
• "…la importación de mercancías de España es hoy día tan rara
como en el rigor de la guerra con la Gran Bretaña, y nuestros productos permanecen
tan estancados como entonces por falta de buques que verifiquen su extracción[…]pónganse
en movimiento e inmediatamente la continuada circulación[…]llenará la Aduana de
los tesoros que en otros tiempos producía[…]en la necesidad de obrar nuestro
bien, no nos arrepintamos de que tenga parte en el comercio una nación (Gran Bretaña) a quien debemos tanto, y
sin cuyo auxilio sería imposible la mejora que meditamos. Estos son los votos
de veinte mil propietarios que represento, y el único medio de establecer con
la dignidad propia del carácter de V. E. los principios de nuestra felicidad, y
de la reparación del erario. "
Mariano Moreno, Representación de los hacendados. Buenos Aires,
septiembre 30 de 1809.
• "(La declaración firmada por el capitán de la fragata dice)...
que salió de Gibraltar a 22 de marzo del presente año... que sabe que han
entrado refuerzos de tropas francesas en España, pero que ignora su número.
Preguntado si sabe que provincias de España ocupan actualmente los
franceses, dijo: que Madrid, Málaga, Sevilla...
Preguntado si sabe que se ha hecho de la Junta Central, dijo: que antes
que los franceses entrasen en Sevilla se había transferido a la Isla de León, y
que en el día está establecida la regencia, e ignora quienes son sus
vocales."
Joaquín De Soria al Virrey Cisneros, remite las noticias de la
Fragata "Juan París"
[Montevideo, 14 Mayo 1810]
· “1°- Habrá desde este tiempo cesación de
hostilidades en ambas bandas del Río de la Plata.
2° - Las tropas de S.M.B. conservarán durante el tiempo de dos meses,
contados desde el día de la fecha, la fortaleza y Plaza de Montevideo, y como
país neutral se considerará una línea desde San Carlos al oeste, hasta Pando al
este....
3° - Habrá de ambas partes una restitución recíproca de prisioneros...
4°- Que para el más pronto despacho de los buques y tropas de S.M.B. no
se pondrá impedimento en los abastos de víveres que se pidan para Montevideo.
5° - Se dará el termino de diez días contados desde la fecha para el
reembarco de las tropas de S.M.B. a fin de pasar a la banda del norte del Río
de la Plata llevando sus armas los que en la actualidad las tengan.
6° - Que llegado el caso de la entrega de la Plaza y Fuerte de
Montevideo... se hará en los términos que se encontró y con la artillería que
tenía al tiempo de su toma.
7° - Se entregarán mutuamente tres oficiales de graduación, hasta el
cumplimiento de estos artículos por ambas partes.”
Capitulación
de Whitelocke. 7 de Julio de 1807.
· “Vengan pues
los invencibles cántabros, los intrépidos catalanes, los valientes asturianos y
gallegos, los temibles castellanos, andaluces y aragoneses; en una palabra,
todos los que llamándose españoles se han hecho dignos de tan glorioso nombre. Vengan
y unidos al esforzado, fiel e inmortal americano, y de los demás habitadores de
este suelo, desafiaremos a esas aguerridas huestes enemigas …"
Proclama de Liniers. 6 de septiembre de 1806.
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