Desde el golpe del ´43, la figura de Perón,
respaldada por un sector del gobierno militar y en estrecha alianza con los
sindicatos obreros generó desde el comienzo una fuerte oposición tanto dentro
como fuera de las Fuerzas Armadas, especialmente en las clases medias y altas.
En 1945, el embajador de Estados Unidos, Spruille Braden, promovió
la unidad de los sectores antiperonistas que conformaron un frente electoral
llamado Unión Democrática
En este frente estaban agrupados los partidos:
Comunista, Socialista, Unión Cívica Radical, Demócrata Progresista y
Conservador; la Federación Universitaria Argentina (FUA); la Sociedad Rural
(terratenientes); la Unión Industrial (grandes empresas); la Bolsa de Comercio;
y los sindicatos opositores. El embajador Braden, violando el principio de
no intervención, en la política interna de un país extranjero, actuó como
un líder político de la oposición.
PERÓN, ELECCIONES DE 1946
El apoyo popular, representado por el Partido
Laborista y la UCR Junta Renovadora, logró imponer a Perón con el 53% de los votos, en
las elecciones del 24 de febrero de 1946, ganando en todas las provincias menos
en Corrientes. Al asumir el poder, el Peronismo tenía tres objetivos: la
Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política, orientados
por un Estado dirigente y planificador.
La Justicia Social hacía necesaria la
redistribución del ingreso y el PBI en favor de las clases obreras; el objetivo
era mejorar la calidad de vida y lograr que el mercado interno consumiera la
producción industrial nacional. Los convenios salariales y el aumento del
empleo, mediante la instalación de fábricas estatales, fueron acompañados con
la mejora en los servicios públicos que brindaba el Estado: viviendas (por
créditos hipotecarios o construcción de viviendas populares), salud (hospitales
modelo y aparición de las obras sociales) y educación.
La Independencia Económica se convirtió en el
principal objetivo de Perón: el Estado intervendría en la Economía y llevaría a
cabo una nueva fase de Sustitución de Importaciones basada en la reactivación
del mercado interno y la nacionalización y estatización de empresas. La
Industria debía ser el motor de la Economía nacional.
La Soberanía Política, se relacionaba con la
defensa nacional. Perón promovía los principios de la "Tercera Posición", entre el capitalismo y el socialismo, mediante la cual se daba a
entender que en la naciente Guerra Fría la Argentina no se alinearía de forma
automática ni con Estados Unidos ni con la Unión Soviética.