ver anterior: CIVILIZACIONES DEL MEDITERRÁNEO
2.8. La civilización Creto-micénica
La civilización griega tiene como antecedente a la civilización creto-micénica que se desarrolló en el mediterráneo oriental. El espacio cultural griego se extendió por un conjunto de territorios: Grecia continental, que abarca el extremo sur de la península de los Balcanes, región surcada por montañas que forman valles aislados, La costa de Asia menor, Grecia insular, constituida por numerosos archipiélagos como los de las Espóradas y las Cícladas, en el Egeo, e islas como Chipre, Rodas y Creta, en el Mediterráneo.
El mar mediterráneo funciona como vínculo entre todas estas regiones. Las características de la región son apropiadas para la navegación, sobre todo en verano, gracias a los vientos constantes y al amparo inmediato de las islas. Aunque en general en estas regiones los recursos no eran muy abundantes, aun así fue posible para los habitantes de la antigüedad practicar la agricultura y la ganadería y explotar minas de oro, plata y mármol en las montañas.
Civilización Cretense o Minoica
En la isla de Creta se desarrolló un foco de civilización con imponentes palacios gobernados por reyes a los que se llamaba Minos, éste fue un rey legendario cuyo nombre se identificó con el título de rey, es por esto que se la conoce como civilización minoica. Los palacios más importantes fueron los de Cnosos y Festos. Fueron los centros de gobierno de pequeñas ciudades–estado que competían entre sí para lograr la supremacía.
El rey concentraba el poder, como en el cercano oriente, y se rodeaba de un grupo privilegiado de familiares y funcionarios, la población estaba compuesta en su mayoría por trabajadores libres que pagaban tributo. Llegaron a influir con su cultura y su poderío comercial sobre una amplia zona que comprendía la península balcánica, las islas del mar egeo y las costas de la península de Anatolia.
Sus principales actividades fueron el comercio marítimo y la producción artesanal. También se dedicaron a la ganadería y la agricultura. Poseían grandes flotas que les permitían comerciar por todo el mediterráneo.
A partir del reinado de Minos (año 2.000 antes de Cristo), los monarcas de Creta fomentaron la navegación y construyeron una poderosa flota con la que dominaron las rutas comerciales. Se dice que el propio Minos dirigió muchas expediciones militares ocupando distintas regiones de Grecia, entre ellas la zona de Atenas, sometiendo a su población y obligándola a pagar tributos. A este dominio lo llamaron los griegos la talasocracia (el gobierno del mar: Thálassa = mar, Cracia = gobierno).
Hacia 1600 a.C. Creta comenzó a ser hostigada por los aqueos, pueblo que se había asentado en Grecia continental. La isla, hacia 1450, fue conquistada por los aqueos y perdió su independencia. En adelante la supremacía en la región la ejerció la ciudad de Micenas, centro político de los aqueos. Además de Micenas existieron otras ciudades en grecia continental que compartían rasgos culturales con Micenas y aceptaban su liderazgo, aunque nunca llegaron a construir una unidad política.
VER ACTIVIDAD "LEYENDA DEL MINOTAURO"