PRESIDENCIA DE RIVADAVIA Y GUERRA CON EL
BRASIL
Desde su conformación, el Congreso, tuvo que
resolver problemas que se presentaron en tres frentes: En el frente externo con
Brasil, en el frente interno dentro de Buenos Aires y a su vez, entre Buenos
Aires y el resto de las provincias.
En 1822, Brasil declaró su independencia de
Portugal y conformó el Imperio del Brasil. El nuevo emperador invadió la Banda
Oriental y la incorporó al imperio con el nombre de Provincia Cisplatina. El 1°
de abril de 1825 un grupo de treinta y tres orientales al mando de Lavalleja se
embarcaron desde Buenos Aires para organizar una campaña contra la ocupación
brasileña. Lavalleja logró el apoyo de la población rural y acorraló a los
brasileños en Montevideo. Poco después, y el 14 de junio, era establecido en
Florida un Gobierno Provisorio y allí, el 25 de agosto de 1825, la Sala de
Representantes proclamó la independencia de la provincia y de inmediato declaró
su unión a las demás del Río de la Plata. El Congreso Constituyente aceptó la
anexión de la Banda Oriental y el Brasil declaró la guerra a las Provincias
Unidas.
El Congreso, frente a esta situación,
consideró necesario centralizar el Poder Ejecutivo en una persona y promulgó en
febrero de 1826 la “Ley de Presidencia”. Bernardino Rivadavia fue elegido
presidente no constitucional. A su vez, se hacía necesario establecer la sede
de la autoridad y el Congreso sancionó, en marzo, la “Ley de Capitalización de
Buenos Aires”. Esta ley nacionalizaba el territorio de la ciudad y sus
alrededores con todas sus dependencias, rentas y deudas. A su vez la provincia
de Buenos Aires quedaba bajo la autoridad del gobierno nacional hasta que se
constituyera en una nueva entidad política.
En la provincia de Buenos Aires estas leyes
provocaron enfrentamientos entre los porteños unitarios, que apoyaban estas
leyes y a Rivadavia, y los porteños federales, apoyados por los terratenientes
y comerciantes, que pensaban que la ley hacía desaparecer a la provincia de
Buenos Aires junto a sus privilegios económicos, ya que las rentas de la Aduana
pasaban a pertenecer a toda la nación.
Hacia diciembre de ese año el Congreso sancionó
una constitución de carácter unitaria que establecía una forma de gobierno
representativa republicana. Si bien se reconocía una cierta autonomía de las
provincias era el Poder Ejecutivo quien designaba a los gobernadores y los
ponía “bajo la inmediata dependencia del
presidente de la República.” Este artículo provocó el rechazo de la
constitución por parte de las provincias que se levantaron contra el gobierno
nacional. Entre los caudillos se destacaba la figura de Facundo Quiroga,
caudillo riojano quien además de rechazar la constitución calificaba a
Rivadavia y a los unitarios como antirreligiosos y combatió al gobierno central
bajo el lema “Religión o Muerte”.
La falta de apoyo de Buenos Aires y el
levantamiento de las provincias provocó el aislamiento de Rivadavia. El golpe
de gracia que provocó su fin fue el tratado de paz con el Brasil. Pese a las
victorias de las armas de las Provincias Unidas, Manuel García, ministro de
Rivadavia, negoció la paz sobre la base de la cesión de la provincia al
Imperio. La indignación por el tratado estalló en Buenos Aires el mismo día en
que se supo la noticia; a pesar de que Rivadavia rechazó de plano el acuerdo,
se vio obligado a renunciar el 27 de junio de 1827. El Congreso se disolvió y
con él cesaron nuevamente las autoridades nacionales y la constitución. La
provincia de Buenos Aires recuperó su autonomía, eligiendo gobernador a Manuel
Dorrego, uno de los jefes de la oposición federal porteña.
ACTIVIDAD
1) Identificá los conflictos, y sus causas,
que impidieron la consolidación de un poder central en las Provincias Unidas.
2) Explicá el contexto que provoca la
renuncia de Rivadavia.