EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LOS DERECHOS HUMANOS
Desde la formación de las sociedades antiguas hasta la actualidad los
derechos humanos fueron conformándose, ampliándose, acompañando los cambios de
nuestras sociedades. En este largo proceso podemos mencionar algunos
acontecimientos que consolidaron los derechos humanos. En Europa, durante la
edad media, encontramos un hito en la lucha por los derechos.
En 1215 se le impuso al rey de Inglaterra lo que
se conoce como Carta Magna o Gran Carta, que ponía límites a sus abusos. Después de que el rey Juan de
Inglaterra violara un número de leyes y tradiciones antiguas con que se había
gobernado Inglaterra, sus súbditos lo forzaron a firmar la Carta Magna. Entre
otros, estaba el derecho de la iglesia a estar libre de la intervención del
gobierno, los derechos de todos los ciudadanos “libres” a poseer y heredar
propiedades y que se les protegiera de impuestos excesivos. Estableció el
derecho de las viudas que poseían propiedades para decidir no volver a casarse,
y establecía principios de garantías legales e igualdad ante la ley. También
contenía disposiciones que prohibían el soborno y la mala conducta de los
funcionarios. Considerada ampliamente como uno de los documentos legales más
importantes en el desarrollo de la democracia moderna, la Carta Magna fue un
punto de cambio crucial en la lucha por la libertad.
El siguiente
hito reconocido en el desarrollo de los derechos humanos fue la Petición de
Derechos, producida en 1628 por el Parlamento Inglés y enviada a Carlos I como
una declaración de libertades civiles. El rechazo del Parlamento para
financiar la impopular política externa del rey, la guerra de los treinta años
con Francia, causó que su gobierno exigiera préstamos forzosos a los habitantes
del reino y que tuvieran que acuartelar las tropas en sus propios hogares. El
arresto y encarcelamiento arbitrarios por oponerse a estas políticas, produjo
en el Parlamento una hostilidad violenta hacia Carlos I y George Villiers, el
primer duque de Buckingham. La Petición
de Derechos, iniciada por Sir Edward Coke, se basó en estatutos y documentos
oficiales anteriores y hace valer cuatro principios:- No se podrá recaudar
ningún impuesto sin el consentimiento del Parlamento. - No se puede
encarcelar a ningún súbdito sin una causa probada (reafirmación del derecho de
habeas corpus), - A ningún súbdito se le impondrá la carga de
mantener soldados. - No puede usarse la ley marcial en tiempos
de paz.
A fines del siglo XVIII encontramos dos importantes
acontecimientos que podemos destacar por su aporte a la construcción del
concepto de derechos humanos. El primero de ellos se produjo en las colonias
británicas en américa. El 4 de julio de 1776, el Congreso de Estados Unidos
aprobó la Declaración de Independencia. Su autor principal, Thomas Jefferson,
escribió la Declaración como una explicación formal de porqué el Congreso había
votado el 2 de julio para declarar la Independencia de Gran Bretaña, más de un
año después del estallido de la Guerra de la Revolución de Estados Unidos, y
cómo la declaración anunciaba que las trece Colonias Americanas ya no eran
parte del Imperio Británico. El Congreso publicó la Declaración de
Independencia en varias formas. Inicialmente se publicó como un impreso en gran
formato que fue distribuido ampliamente y leído al público. Filosóficamente, la
declaración hace énfasis en dos temas: derechos individuales y el derecho de
revolución. Estas ideas llegaron a ser ampliamente aceptadas por los estadounidenses
y también influenciaron en particular a la Revolución Francesa.
Escrita en el verano de 1787 en Filadelfia, la
Constitución de Estados Unidos de América es la constitución nacional escrita
más antigua en uso y define los organismos principales del gobierno y sus
jurisdicciones, y los derechos básicos de los ciudadanos. Las primeras diez enmiendas a la
Constitución (la Carta de Derechos), entraron en vigor el 15 de diciembre de
1791, limitando los poderes del gobierno federal de Estados Unidos y
protegiendo los derechos de todos los ciudadanos, residentes y visitantes en
territorio estadounidense. La Carta de Derechos protege la libertad de
expresión, la libertad religiosa, el derecho de tener y portar armas, el
derecho de reunirse y la libertad de petición. También prohíbe la búsqueda e
incautación irrazonable, castigo cruel e inusual y la autoincriminación
obligada. Entre las protecciones legales que brinda, la Carta de Derechos le
prohíbe al Congreso hacer cualquier ley respecto al establecimiento de religión
y le prohíbe al gobierno federal privar a cualquier persona de la vida,
libertad o propiedad sin el debido proceso legal. En casos criminales federales
se requiere de una acusación por un gran jurado, por cualquier delito capital,
o crimen reprobable, garantiza un juicio público rápido con un jurado imparcial
en el distrito en el cual el crimen ocurrió, y prohíbe el doble enjuiciamiento.
El otro hito del siglo XIX se produce en 1789, cuando
el pueblo de Francia forzó la abolición de una monarquía absoluta y creó la
plataforma para el establecimiento de la primera República Francesa. Sólo seis
semanas después del ataque súbito a la Bastilla, y apenas tres semanas después
de la abolición del feudalismo, la Asamblea Nacional Constituyente adoptó la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano como el primer paso para
escribir la constitución de la República Francesa. La Declaración proclama que a todos los
ciudadanos se les deben garantizar los derechos de “libertad de propiedad, igualdad,
seguridad, y resistencia a la opresión”. Argumenta que la necesidad de la ley
se deriva del hecho de que “… el ejercicio de los derechos naturales de cada
hombre, tiene sólo aquellos límites que aseguran a los demás miembros de la
misma sociedad el goce de estos mismos derechos”. Por lo tanto, la Declaración
ve a la ley como una expresión de la voluntad general que puede poner límites a
la libertad con el fin promocionar esta equidad de derechos y prohibir “sólo
acciones dañinas para la sociedad”. Asimismo garantiza la presunción de
inocencia en todo proceso, la libertad de expresión, de prensa y de conciencia.
El siglo XIX también fue testigo de este proceso
de construcción de la noción de derechos humanos. El documento original de la
primera Convención de Ginebra en 1864 promovió el cuidado de los heridos de
guerra. En 1864, dieciséis países europeos y varios países de América
asistieron a una conferencia en Ginebra, por invitación del Consejo Federal
Suizo, y por iniciativa de la Comisión de Ginebra. La conferencia diplomática
se llevó a cabo con el propósito de adoptar un convenio para el tratamiento de
soldados heridos en combate. Los principios más importantes establecidos en la
Convención y mantenidos por las últimas Convenciones de Ginebra estipulan la
obligación de proveer atención médica sin discriminación a personal militar
herido o enfermo y de respetar el transporte y el equipo del personal médico
con el signo distintivo de la cruz roja sobre fondo blanco.
Promediando el siglo XX la Segunda Guerra Mundial
se había desarrollado violentamente de 1939 a 1945, y al aproximarse el fin,
las ciudades de toda Europa y Asia estaban en ruinas. Millones de personas
murieron, millones más quedaron sin hogar o morían de hambre. Las fuerzas rusas
se acercaban, rodeando los restos de la resistencia alemana en la bombardeada
capital de Alemania, Berlín. En el Pacífico, la infantería de Marina de los
Estados Unidos todavía estaba luchando contra las fuerzas japonesas
atrincheradas en islas como Okinawa.
En abril de 1945, delegados de cincuenta naciones
se reunieron en San Francisco, llenos de optimismo y esperanza. La meta de la
Conferencia de las Naciones Unidas era crear un organismo internacional para
promover la paz y evitar guerras futuras. Los ideales de la organización se
establecieron en el preámbulo al Acta constitutiva que propusieron: “Nosotros,
la gente de las Naciones Unidas, estamos decididos a proteger a las
generaciones venideras del azote de la guerra, la cual dos veces en nuestra
vida ha producido un sufrimiento incalculable a la humanidad”. El Acta Constitutiva
de la nueva organización de las Naciones Unidas entró en vigencia el 24 de
octubre de 1945, fecha que se celebra cada año como Día de las Naciones Unidas.
Para 1948, la nueva Comisión de Derechos Humanos
de las Naciones Unidas se había apoderado de la atención mundial. Bajo la
presidencia dinámica de Eleanor Roosevelt (viuda del presidente Franklin
Roosevelt, defensora de los derechos humanos por derecho propio y delegada de
Estados Unidos ante la ONU), la Comisión se dispuso a redactar el documento que
se convirtió en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Roosevelt, a
quien se atribuyó la inspiración del documento, se refirió a la Declaración
como la Carta Magna internacional para toda la humanidad. Fue adoptada por las
Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948
En su preámbulo y en el Artículo 1, la Declaración
proclama, sin lugar a equivocaciones, los derechos inherentes a todos los seres
humanos: “La ignorancia y el desprecio de los derechos humanos han resultado en
actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y la llegada
de un mundo donde los seres humanos gocen de libertad de expresión y creencia y
sean libres del miedo y la miseria se ha proclamado como la más alta aspiración
de la gente común... Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad
y derechos”. Los países miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a trabajar
juntos para promover los 30 Artículos de los derechos humanos que, por primera
vez en la historia, se habían reunido y sistematizado en un solo documento. En
consecuencia, muchos de estos derechos, en diferentes formas, en la actualidad
son parte de las leyes constitucionales de las naciones democráticas.
Los derechos humanos están recogidos en la
Declaración Universal que aprobaron las Naciones Unidas en el año 1948. Esta
declaración afirma que los derechos humanos tienen cuatro características muy
especiales:
- Los
derechos humanos son universales, porque todos los tenemos por el simple hecho
de ser personas, independientemente de nuestras características personales.
- Los
derechos humanos son imprescriptibles, lo que quiere decir que no pueden
quitárnoslos nunca porque jamás dejan de tener validez.
- Los
derechos humanos son inalienables, lo que significa que no los podemos ceder a
nadie.
- Los
derechos humanos son irrenunciables, porque nadie puede renunciar a ellos.
ACTIVIDAD:
La actividad propuesta para trabajar el tema “Evolución histórica de
los derechos humanos” incluye la incorporación de TIC.
- Modalidad: Grupal (Hasta 5 integrantes)
- Plazo de entrega: 1ª parte: una semana - 2ª parte: una semana.
- Objetivo: Elaborar una linea de tiempo interactiva que registre la evolución de los derechos humanos desde la Edad Media hasta el siglo XX.
- Recurso digital: Dipity.
- Pautas de evaluación: Entrega a término - Identificación de los hitos y derechos - pertinencia de los textos, imágenes y videos - creatividad y criterio estético.
Actividad:
1ª Parte: Investigación, selección y organización de datos y recursos digitales.
a) Realizar una lectura del texto " Evolución histórica de los derechos humanos" e identificar los distintos hitos, la fecha y el lugar donde se produjeron los mismos en el proceso de consolidación de los derechos humanos.
b) Identificar los derechos que cada uno de estos hitos incorporan a los derechos humanos.
c) Buscar una texto, una imágen digital y un video disponibles en internet que caractericen cada uno de estos hitos.
Hito histórico
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2ª Parte: Confección colaborativa de una línea de tiempo interactiva.
b) Ingresar a http://www.dipity.com/ y confeccionar la línea de tiempo, según las pautas indicadas en el tutorial, con la información del cuadro confeccionado en la 1º parte de la actividad.
c) Incrustar o compartir el enlace en el grupo de facebook del curso.