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Este blog es un espacio diseñado para los alumnos del nivel medio. Aquí encontrarán programas, contenidos y actividades de la asignatura Historia y Geografía. También podrán acceder a distintos recursos, diarios, películas, videos, textos, música y otros que contextualizan los temas desarrollados en clase.

Prof. Federico Cantó

lunes, 30 de julio de 2018

LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA


Participación política

La participación política es un término que va unido al concepto y ejercicio de democracia. Para que la democracia sea legitima, necesariamente necesita de la participación política, que es la posibilidad que tienen los ciudadanos de incidir en el curso de los acontecimientos políticos; es decir, son acciones que realizan los ciudadanos para incidir en un bajo o alto grado en los asuntos de un Estado.

La participación política es, ante todo, la suma de todas aquellas actividades voluntarias mediante las cuales los miembros de una sociedad intervienen en la selección de los gobernantes y, de una manera directa o indirecta, en la formación o construcción de las políticas de gobierno.

La participación política, dependiendo de su forma y método, puede clasificarse de dos maneras:
- Participación política convencional: Está relacionada con las acciones llevadas a cabo durante un proceso electoral; esta participación es fomentada desde el poder del Estado y la Constitución. La participación política convencional indica el derecho de ciudadanía; es decir, un derecho al sufragio que no se mide por clases sociales, partidos, sexo o educación. Se da en toda democracia y es un derecho consagrado por la ley, por lo cual puede ser fácilmente controlada y verificada.

En la reforma constitucional de 1994 se incorporaron a la constitución formas de democracia directa que permite tomar decisiones de manera directa e intervenir en las decisiones políticas como la iniciativa popular y la consulta popular. En los sistemas democráticos es fundamental que los ciudadanos se asocien con otros y se organicen para canalizar su participación. Entre las organizaciones políticas hay dos de gran peso que han trascendido en la democracia. Son los partidos políticos y los sindicatos.

- Participación política no convencional: Se refiere a acciones tales como las peticiones, las manifestaciones legales, el boicot, las huelgas legales e ilegales, el daño a la propiedad, los sabotajes, la violencia personal, etc. Esta participación va mas allá de los mecanismos institucionales de participación y, en algunas ocasiones, hace oposición a la legalidad constitucional establecida. Los sindicatos son organizaciones de trabajadores que se han conformado para resguardar y mejoras sus intereses laborales y sus condiciones de vida. Como los partidos políticos, los sindicatos también cuentan con afiliados que eligen sus representantes, encargados de defender sus intereses frente a los empresarios y el Estado cuando negocian las condiciones de trabajo y los salarios.

Cuándo las negociaciones no dan frutos los sindicatos utilizan la huelga, derecho reconocido por la constitución, que consiste en la suspensión organizada de las actividades laborales por parte de los trabajadores para que se atiendan sus reclamos.

Existen espacios de organización y participación social, también llamadas organizaciones sociales. Son agrupaciones de personas que se organizan a partir de un problema o conflicto común. Podemos encontrar movimientos de derechos humanos, organizaciones de trabajadores desocupado, movimientos de grupos originarios y campesinos, grupos ecologistas, minorías sexuales, etc.

Si recorremos nuestro barrio podemos encontrar variados espacios de participación: Asambleas vecinales, fundaciones, centros comunitarios, organizaciones profesionales, espacios culturales, deportivos, cooperativas de trabajo.

Los centros de estudiantes son espacios de organización social formados por los mismos estudiantes con el fin de representar y defender sus derechos. Son espacios democráticos y participativos donde pueden debatir y reflexionar, así como generar acuerdos y presentar propuestas. Es un canal de diálogo con los docentes y directivos y también se ocupa de atender problemas externos a la escuela.

Actividad: Entrevistar a algún integrante del centro de estudiantes con el fin de buscar información sobre su organización y funcionamiento (los delegados de curso, las asambleas, las comisiones de trabajo, las elecciones, la comisión directiva, temas sobre los que estén trabajando)


sábado, 28 de julio de 2018

El sistema de partidos, el sufragio y el sistema electoral


SISTEMA ELECTORAL ARGENTINO


La forma en que los votos se expresan en la efectiva representación, o sea, cómo se traducen los resultados electorales en bancas legislativas se llama Sistema Electoral. Existen distintos sistemas vigentes en cada país. Los mismos responden a tradiciones culturales e históricas que dan forma a la representación política.

En nuestro país, y a nivel de cargos federales, la Constitución Nacional y el Código Electoral Nacional establecen los sistemas electorales coexistentes para las distintas magistraturas electivas, Presidente, Diputados y Senadores. En primer lugar hay que expresar que el cuerpo electoral es el mismo para todos los cargos, la diferencia entre cargos legislativos y la fórmula presidencial radica en que la totalidad de los electores del país votan por la fórmula, mientras que para los cargos legislativos se votan listas distintas para cada distrito.

Al titular del Poder Ejecutivo Nacional, el Presidente o la Presidenta, se lo elige a simple pluralidad de votos cuando la fórmula más votada obtiene más del 45% de los votos o más del 40% con una diferencia mayor al 10% respecto de la fórmula que la sigue en número de votos; en caso contrario se realiza una segunda vuelta electoral entre las dos fórmulas más votadas, ganando el que obtiene más votos.

Para el Senado de la Nación los electores de cada distrito eligen a tres senadores, alcanzando un total de 72 senadores nacionales. En cada elección se renueva un tercio del Senado, esto es, ocho distritos eligen senadores.

Se aplica el sistema mayoritario, directo y por lista incompleta. Las listas se componen de dos candidatos. Para cubrir los cargos en disputa es decir, las tres bancas, se adjudican dos bancas al partido o alianza que obtenga la mayoría de los votos y la restante a la que le sigue en cantidad de votos obtenidos. En esta elección no hay fórmulas matemáticas que aplicar ni porcentajes de distribución. La simple pluralidad de votos determina quien sale primero y segundo, y entre ellos se distribuye la representación.

Para la elección de los diputados nacionales, debemos tener en cuenta que la renovación de la cámara se realiza por mitades y, que a diferencia de los senadores que renuevan completamente la representación de cada provincia cada seis años, la elección de diputados se realiza en todo el territorio nacional. Cada elector vota únicamente por una lista de candidatos oficializada por un partido o alianza, cuyo número de integrantes será igual al de los cargos a renovar, más los suplentes.

El sistema es proporcional que aplica la fórmula D’Hont para la asignación de las bancas, con un umbral (también denominado piso electoral) del 3% del número de electores registrados en el distrito.

Actividad:

a) Definí que es el sistema electoral.
b) Identifica como es la composición y renovación de representantes del poder ejecutivo y legislativo en nuestro país.

LOS PARTIDOS POLÍTICOS

La expresión “Partido Político” hace referencia a “parte de lo político”, es decir, a una parte de la vida política, relacionada con el poder en una comunidad organizada. Esta referencia a una parte de lo político es una condición necesaria de la democracia: el pluralismo. En toda sociedad conviven diferentes intereses y puntos de vista. A veces, enfrentados. La democracia es el sistema que permite que esta pluralidad de voces se exprese pacíficamente reduciendo los conflictos en busca de conseguir un acuerdo.

En la democracia, los partidos políticos, son organizaciones que se formaron y desarrollaron a medida que se establecieron las democracias representativas modernas a partir de fines del siglo XVIII. Con el paso del tiempo, se fueron ampliando los derechos y los partidos políticos fueron cambiando su organización y funciones.

Una posible definición de partido político seria que es una agrupación de individuos que se reúnen por voluntad propia para influir en las decisiones de gobierno y llegar a ocupar lugares de poder, cargos electivos, en el Estado.

Con respecto a sus funciones, su principal objetivo es canalizar los intereses de distitntos sectores de la ciudadanía. Pero, además, organizan un conjunto de intereses e ideas sobre como debe organizarse una sociedad. Estas ideas organizadas se presentan en su “plataforma política”.

Desde el punto de vista de su organización interna elaboraron una estructura duradera y bastante estable. Los partidos políticos no se crean para una elección ni cambian su estructura constantemente. Por el contrario, son organizaciones complejas, fuertemente jerarquizadas. Para comprender su funcionamiento interno hay que analizar las relaciones de poder hacia dentro del partido.

El partido esta formado por personas que formalmente lo integran, otros se vinculan de manera externa. Existen dos grandes grupos que lo componen.

a) Los simpatizantes: Son aquellas personas que se sienten representados por las ideas de un partido político y lo manifiestan públicamente. Son votantes fieles, que se sienten cercanos a su organización.

b) Los afiliados: Son personas que están afiliadas, asociadas, a la organización partidaria. Es decir, tienen un compromiso formal con el partido. La asociación se formaliza mediante la firma de una ficha que tiene valor legar para participar en las decisiones y acciones de un partido político. Según el grado de compromiso y participación podemos establecer diferencias entre los afiliados.

c) Los dirigentes locales, controlan recursos del partido o del Estado en un nivel municipal o barrial. Se encargan de los locales partidarios y pueden ocupar cargos legislativos o ejecutivos. En este grupo encontramos a los “punteros políticos” que se ocupan de organizar a cierta cantidad de afiliados y atraer simpatizantes mediante la distribución de recursos, de forma personalizada.

d) Los dirigentes partidarios, manejan los recursos esenciales para los partidos políticos, tanto económicos como de poder. Por lo general, son los que ocupan puestos de poder, altos cargos, en el poder ejecutivo y el legislativo.

e) Por último, destacan los dirigentes partidarios, éstos son los que destacan dentro de los dirigentes por su carisma y su capacidad para establecer relaciones con los integrantes del partido, de otros partidos, los medios de comunicación, los sectores económicos y figuras destacadas en el plano internacional.


Actividades: A partir de la lectura del texto organiza un cuadro sinóptico donde expliques el tema. Para confeccionarlo tené en cuenta que debe incluir: Definición precisa de “partido político”, origen de los partidos políticos, funciones, integrantes.


SISTEMA ELECTORAL Y EL SUFRAGIO
Disponible en: https://iniciativaciudadana.wordpress.com/2008/03/20/sistemas-electorales-prof-hernan-magnani/

Para hablar de sistema electoral debemos comenzar entendiendo ¿Qué es el sufragio?
Es una técnica o procedimiento mediante el cual el cuerpo electoral manifiesta sus opiniones políticas.
Su finalidad es: a) elegir gobernantes, y b)  la adopción de decisiones políticas. En el caso a) es el llamado sufragio electoral propiamente dicho; y en el b) conduce a las llamadas formas de democracia semidirectas: referéndum, plebiscito, revocatoria de mandato, consulta popular, etc. Es un derecho y un deber que ejerce cada hombre con derecho electoral y que trae asociados derechos y obligaciones.
El conjunto de electores con derecho a emitir el sufragio, o sea la suma de ciudadanos con derecho electoral activo se lo denomina “cuerpo electoral”.
El Voto es el acto jurídico mediante el cual se ejerce la función del sufragio.
Clasificación:
  • · Público: el elector manifiesta a viva voz ante la autoridad de mesa su opción de candidato.
  • · Secreto: se provee al elector de un ámbito privado donde ejercer su opción de candidato (cuarto oscuro), quedando inhibido de manifestar en el acto de votar cual fue su elección bajo apercibimiento de nulidad.
  • · Calificado o restringido: el electorado activo se encuentra restringido o limitado a aquellas personas que cumplen determinados requisitos (saber leer y escribir; ser propietario, pagar ciertos impuestos, etc.).
  • · Universal: en este caso el cuerpo electoral se extiende a casi todos los ciudadanos que alcanzan cierta edad.
  • · Obligatorio: la ley le impone al electorado activo la obligación jurídica de concurrir a emitir su voto, si no lo hace el Estado lo puede sancionar con distintas penas.
  • · Válido: es que se emite conforme la ley electoral y que se contabiliza en el cómputo para la adjudicación de cargos.
  • · Nulo: es el que por alguna circunstancia voluntaria o involuntaria impide su contabilización y queda fuera de la competencia para la adjudicación de cargos (Ej.: colocar en el sobre boletas rotas, o varias boletas de distintos partidos).
  • · En blanco: cuando el elector no coloca dentro del sobre ninguna boleta de candidatos, o debiendo elegir distintos tipos de candidatos lo hace solo por algunos, en nuestro sistema no se computan en una elección.

Actividad: Explica los siguientes conceptos:
a)      Sufragio (diferencia procedimiento y derecho)
b)      Voto
c)      Cuerpo electoral
   

LA FORMULA ELECTORAL

Representación de mayoría y minorías: Una vez cerrado el comicio o acto eleccionario surge el problema del  cómputo de los votos emitidos, de la adjudicación de cargos y de la representación de los partidos políticos que han postulado a sus candidatos. Hay dos sistemas o formulas:
Sistema mayoritario:
Lista completa: se adjudican todos los cargos en juego en cada distrito electoral al partido político que obtuvo la mayor cantidad de votos, excluyendo a todos los demás. Por ejemplo, la fórmula presidencial ( presidente y vicepresidente) que obtiene mas votos es la ganadora.
Lista incompleta: en cada distrito se vota por una lista de varios candidatos, el mayoritario se lleva 2/3 o 3/4 de los cargos y el partido que lo sigue (primera minoría o 2° mayoría) el remanente, los otros partidos minoritarios no logran representación. En el caso de elección de senadores, tres por provincia, las listas presentan dos candidatos. La lista con más votos se queda con dos cargos y la segunda lista mas votada se queda con un cargo, solo ingresa el primero de la lista.
Sistema minoritario:
Permite que una o más minorías alcancen algunos cargos en menor proporción que la  mayoría. Este sistema minoritario se divide a su vez en distintos subsistemas:
Representación proporcional: reparte los cargos a cubrir entre todos los partidos políticos participantes, con la condición de que alcancen un número mínimo de votos o piso electoral. Dentro del sistema de representación proporcional encontramos dos modos de contabilizar los votos y asignar los cargos en juego a los candidatos postulados:
Sistema Hagenbach o de cociente electoral: el total de los votos válidos emitidos se divide por la cantidad de cargos a ocupar, el resultado es una cifra denominada cociente electoral, que excluye de la puja por los cargos a aquellas fuerzas políticas que no lo alcancen. Luego se resta al total de votos válidos que cada partido recibió la cifra del cociente electoral tantas veces como sea posible.
Por ejemplo, si en una elección se presentan tres listas para competir por 20 bancas de diputados, y la lista a) obtuvo 4000 votos, la lista b)3500 y la lista c) 2500. Para distribuir las bancas debemos dividir la cantidad de todos los votos (10000 votos) por la cantidad de bancas (20 bancas). El resultado obtenido es de 500 votos por cada banca. Aquellos partidos que no lleguen a esa cantidad de votos son excluidos.
Se procede entonces a dividir la cantidad de votos de cada una de las listas por este cociente. Por ejemplo: lista a): 4000 dividido 500. Lo cual da como resultado 8 bancas para esa lista, y asi sucesivamente con cada lista. El resultado final seria: 8 bancas para la lista a, 7 bancas para la lista b; y 5 bancas para la lista c.

Resultado:
Total de cargos a elegir: 20
Total de votos 10.000
Votos por cargo: (10.000 / 20) 500
Partido a: 8 cargos
Partido b: 7 cargos
Partido c: 5 cargos

Sistema D’Hont: los votos válidos obtenidos por cada partido político se dividen sucesivamente por 1, 2, 3, 4,…… hasta la cantidad de cargos a repartir. Los cocientes obtenidos se ordenan de mayor a menor, sin importar de que partido político provengan, hasta alcanzar el número de cargos puestos en juego. Usualmente se coloca un piso o número mínimo de votos por encima del cual participan en la contienda de asignación de cargos. Dicho piso es un porcentaje del padrón electoral (Por ejemplo en la elección de candidatos a Diputados Nacionales se utiliza el sistema D’Hont con un piso del 2 % del padrón electoral de cada distrito).
Supongamos que en la circunscripción X, a la que corresponden 5 cargos, el resultado de la votación ha sido el siguiente:
Partido A: 258.020 votos
Partido B: 168.030 votos
Partido C: 114.040 votos
Partido D: 60.050 votos
Partido E: 2.480 votos
TOTAL: 2.1146.20 votos

En primer lugar, debemos eliminar del reparto de escaños al partido E, ya que con 2.480 votos no alcanza el 2% del total de votos emitidos que establece la ley como mínimo.
A continuación, dividiremos los votos obtenidos por cada candidatura entre 1, 2, 3… hasta completar el número de escaños a repartir, que en este caso hemos fijado en 5. De este modo, tenemos:

Partidos
Votos obtenidos
nº votos/1
nº votos/2
nº votos/3
nº votos/4
nº votos/5
Escaños obtenidos
Partido A
258.020
258.020
129.010
86.006,67
64.505,00
51.604,00
3
Partido B
168.030
168.030
84.015
56.010,00
42.007,50
33.606,00
1
Partido C
114.040
114.040
57.020
38.013,33
28.510,00
22.808,00
1
Partido D
60.050
60.050
30.025
20.016,67
15.012,50
12.010,00
0
Total
617.620
617.620
308.810
205.873,33
154.405,00
123.524,00


Elegiremos de la tabla los 5 cocientes más altos (casillas resaltadas), de forma que al partido A corresponderán tres escaños, al partido B y al C un escaño respectivamente, y el partido D quedará sin ningún escaño.
Las debilidades del sistema son fácilmente observables: si dividimos los votos obtenidos por cada partido entre el cociente más pequeño al que se le asignó escaño (el llamado repartidor) obtendremos, con decimales, el número de diputados que corresponden a cada formación:
Partido A: 258.020/86.006,67= 3,00
Partido B: 168.030/86.006,67= 1,95
Partido D: 114.040/86.006,67= 1,33
El sistema D’Hondt al hacer el reparto de escaños se centra únicamente en la parte entera. Esto hace, por ejemplo, que el partido B, que está muy cerca de obtener un segundo escaño, quede finalmente sólo con uno. De hecho, si vemos la media de votos que ha necesitado cada partido para alcanzar un escaño, observaremos grandes divergencias:
Partido A: 258.020/3= 86.006,67 votos por escaño.
Partido B: 168.030/1= 168.030
Partido C: 114.040/1= 114.040

Actividad: a) Explica a que tipo de lista corresponden la elección de representantes del poder ejecutivo y el del legislativo en el caso de senadores.
b) Si en las elecciones a diputados nacionales el partido “A” obtuvo 200.000 votos; el partido “B” obtuvo 180.000; el partido “C” 170.000 votos, y la cantidad de cargos a ocupar son 9. ¿Cuántos cargos ocupará cada uno de los partidos?

EL SISTEMA REPUBLICANO


GOBIERNO NACIONAL

El sistema de gobierno federal establece distintos niveles de gobierno. El único gobierno soberano es el estado nacional que organiza a todas las jurisdicciones, los estados provinciales y la CABA. Estos últimos no son soberanos sino que poseen autonomía. Analicemos como se organiza el gobierno nacional según el sistema republicano de gobierno.

Poder Ejecutivo:

Es desempeñado por el presidente de la Nación. En caso de enfermedad, ausencia de la Capital o muerte, lo ejercerá el vicepresidente de la Nación. El presidente y el vicepresidente son elegidos por elecciones libres y generales, duran cuatro años en sus funciones y tienen la posibilidad de ser reelegidos o sucederse recíprocamente por un solo período consecutivo.
Las atribuciones del presidente de la Nación son:
Es el Jefe Supremo de la Nación, jefe del gobierno y responsable político de la administración general del país. Expide las instrucciones y reglamentos que sean necesarios para la ejecución de las leyes de la Nación, cuidando de no alterar su espíritu con excepciones reglamentarias.
Participa de la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, las promulga y las hace publicar. Sólo podrá emitir disposiciones de carácter legislativo cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen materia penal, tributaria, electoral o el régimen de los partidos políticos, podrá dictar decretos por razones de necesidad y urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de ministros que deberán refrendarlos, conjuntamente con el jefe de gabinete de ministros.
Nombra a los magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado y a los demás jueces de los tribunales federales inferiores en base a una propuesta vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado.
Indulta o conmuta las penas por delitos sujetos a la jurisdicción federal, previo informe del tribunal correspondiente, excepto en los casos de acusación por la Cámara de Diputados.
Concede jubilaciones, retiros, licencias y pensiones conforme a las leyes de la Nación.
Nombra y remueve a los embajadores, ministros plenipotenciarios y encargados de negocios con acuerdo del Senado; por sí solo nombra y remueve al jefe de gabinete de ministros y a los demás ministros del despacho, los oficiales de su secretaría, los agentes consulares y los empleados cuyo nombramiento no está reglado de otra forma por esta Constitución.
Abre anualmente las sesiones del Congreso, reunidas al efecto ambas Cámaras, dando cuenta en esta ocasión del estado de la Nación, de las reformas prometidas por la Constitución, y recomendando a su consideración las medidas que juzgue necesarias y convenientes.
Prorroga las sesiones ordinarias del Congreso, o convoca a sesiones extraordinarias, cuando un grave interés de orden o de progreso lo requiera.
Supervisa el ejercicio de la facultad del jefe de gabinete de ministros respecto de la recaudación de las rentas de la Nación y de su inversión, con arreglo a la ley o presupuesto de gastos nacionales.
Concluye y firma tratados, concordatos y otras negociaciones requeridas para el mantenimiento de buenas relaciones con las organizaciones internacionales y las naciones extranjeras, recibe a sus ministros y admite a sus cónsules.
Es el Comandante en Jefe de todas las fuerzas armadas de la Nación.
Provee los empleos militares de la Nación: con acuerdo del Senado, en la concesión de los empleos o grados de oficiales superiores de las fuerzas armadas; y por sí solo en el campo de batalla.
Dispone de las fuerzas armadas, las organiza y distribuye según las necesidades de la Nación.
Declara la guerra y ordena represalias con autorización y aprobación del Congreso.
Declara en estado de sitio uno o varios puntos de la Nación, en caso de ataque exterior y por un término limitado, con acuerdo del Senado.
Pide al jefe de gabinete de ministros y a los jefes de todos los ramos y departamentos de la administración los informes que crea convenientes, y ellos están obligados a darlos.
Puede ausentarse del territorio de la Nación, con permiso del Congreso. En el receso de este, sólo podrá hacerlo sin licencia por razones justificadas de servicio público.
Llena las vacantes de los empleos que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima Legislatura.
Decreta la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Buenos Aires en caso de receso del Congreso, y debe convocarlo simultáneamente para su tratamiento.
(Constitución Nacional / 2ª Sección - Del Poder Ejecutivo).

1)      Identificá la función y la composición del poder ejecutivo nacional.
2)      Nombra algunas de sus funciones principales.

Poder Legislativo:

Es el encargado de elaborar las normas que regulan la vida y el ejercicio de los derechos de sus habitantes.
Lo ejerce un Congreso compuesto por dos Cámaras: una de Diputados de la Nación, y otra de Senadores de las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires.
Cámara de Diputados:
Está compuesta por representantes elegidos directamente por el pueblo de las provincias, de la Ciudad de Buenos Aires -o de la Capital en caso de traslado- que se consideran a este fin como distritos electorales de un solo Estado y a simple pluralidad de sufragios. El número de representantes será de uno por cada treinta y tres mil habitantes o fracción que no baje de dieciséis mil quinientos. Su duración es de cuatro años y se renuevan por tercios cada dos años.
Cámara de Senadores:
La componen tres senadores por cada provincia y tres por la Ciudad de Buenos Aires, elegidos en forma directa y conjunta, correspondiendo dos bancas al partido político que obtenga el mayor número de votos y la restante al partido político que le siga en número de votos. Cada senador tiene un voto. Se renuevan un tercio de las provincias cada cuatro años. La duración del mandato es de seis años.

3)   Identificá la función y diferencia la composición del poder legislativo nacional.
4)   Establecé en un cuadro comparativo: cantidad, duración, criterio de representación y renovación de cada una de ambas cámaras.


Poder Judicial:

Es un poder del Estado encargado de impartir Justicia en una sociedad mediante la aplicación de las normas y principios jurídicos en la resolución de conflictos. La independencia del resto de los poderes es la condición rectora para su correcto funcionamiento.
Lo ejercen la Corte Suprema de Justicia, y los jueces y tribunales de las diversas instancias y jurisdicciones. Además, el Jurado de Enjuiciamiento y el Consejo de la Magistratura son organismos permanentes del Poder Judicial.

Sus principales componentes son:

Corte Suprema de Justicia: está formada por nueve jueces. Este tribunal -como cabeza del Poder Judicial de la Nación- es la instancia jurídica final tanto para los asuntos en los que tiene competencia originaria como en aquellos que plantean cuestiones de inconstitucionalidad.
Jurado de Enjuiciamiento: es el órgano a cargo del juzgamiento de los jueces de los tribunales inferiores. Formado por nueve miembros, está integrado por un ministro de la Corte Suprema, dos jueces de cámara, tres legisladores y tres abogados de la matrícula federal.
Consejo de la Magistratura: es el órgano que selecciona las ternas de los candidatos a magistrados y que realiza la acusación de los mismos ante el Jurado de Enjuiciamiento. El Consejo está integrado por trece miembros (Ley 26.080): tres jueces del Poder Judicial, seis legisladores, dos representantes de los abogados de la matrícula federal, un representante del Poder Ejecutivo y un representante del ámbito científico y académico.
Tribunales nacionales: son órganos encargados de administrar la justicia federal. Los tribunales con asiento en la Capital Federal están organizados en una cámara y en juzgados para cada una de las materias. En las provincias, los tribunales nacionales intervienen en todos los asuntos federales. Además, cada una de las provincias posee una organización judicial propia para ejercer la justicia ordinaria.
Ministerio Público:
Es un órgano independiente que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad de los intereses generales de la sociedad, en coordinación con las demás autoridades de la República. Se relaciona con el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, y con el Poder Legislativo a través de una Comisión Bicameral.
En cuanto a su estructura, está dividido en dos grandes ramas:
Ministerio Público Fiscal: sus órganos actúan en los procesos penales y civiles en las materias comerciales, contenciosas administrativas y laborales.
Ministerio Público de la Defensa: vela por los derechos y bienes de los menores e incapaces y los pobres y ausentes. Tiene a su cargo el asesoramiento y la representación judicial de estas personas.


Actividad integradora: Actividad grupal, cuatro integrantes.
Consigna: Confeccionar un cuadro sinóptico sobre los poderes del Estado donde se exponga: Nombre, composición, duración, funciones, características principales.
Presentación: Papel afiche, cartulina.

EL FEDERALISMO


EL FEDERALISMO:

El federalismo es un sistema político, en el cual el gobierno y el poder están territorialmente descentralizados. Este sistema tiene las siguientes características:
·           Los Estados miembros (jurisdicciones) no son independientes ni soberanos, son autónomos ya que pueden dictar sus propias normas, regirse por ellas y elegir sus gobernantes.
·           Los Estados miembros no tienen el derecho a separarse del resto.
·           Los Estados miembros deben aceptar las decisiones tomadas por las autoridades centrales.
·           Cada una de las jurisdicciones son preexistentes al gobierno central; ésto quiere decir que existen antes de que se organizara un gobierno central; son las mismas que, a través del pueblo, deciden crear un gobierno nacional.
·           En el preámbulo de la Constitución Nacional se manifiesta: "Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen...", es decir los constituyentes dictaban una constitución porque así lo querían las provincias.
·           Actualmente el Estado Argentino tiene 24 jurisdicciones (las distintas provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires);
·           Cada provincia tiene su realidad social, cultural, política y económica reconocida por la Constitución Nacional.

Estados Provinciales

Cada provincia y la ciudad Autónoma de Buenos Aires, poseen su propia constitución escrita en las que de forma expresa manifiestan su adhesión a la República. Mantienen su autonomía respecto del gobierno nacional, dándose sus propias instituciones locales,  sosteniendo su administración de justicia, y eligiendo sus propios gobernantes sin intervención del Gobierno federal.
El Poder ejecutivo de cada provincia es ejercido por un Gobernador elegido por sufragio directo de los habitantes de la Provincia. El Poder legislativo provincial es ejercido por una Legislatura provincial que puede ser unicameral o bicameral, cuyos integrantes también son elegidos por el sufragio directo de los habitantes de la Provincia.

Estados Municipales

Administrativamente cada Provincia se divide en Departamentos -salvo la Provincia de Buenos Aires donde se denominan partidos-. Cada Departamento está a su vez dividido en distritos y éstos en localidades, clasificadas generalmente en función del número de habitantes. Las localidades que superan un cierto número de habitantes se denominan Municipios y sus autoridades son elegidas por sufragio universal directo. El gobierno ejecutivo es ejercido por un Intendente, y su rama legislativa, con potestad para la sanción de Ordenanzas Municipales, es ejercida por un Concejo Deliberante, cuya composición depende del número de habitantes del municipio.Las localidades menores pueden ser gobernadas por una Comisión de Fomento o gobierno comunal, compuesto de un Presidente y varios Vocales.

1)         Actividad: Justificá con argumentos y ejemplos la siguiente frase: “El federalismo es un sistema político, en el que el gobierno y el poder están territorialmente descentralizados”.

miércoles, 20 de junio de 2018

POLITICA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN


Política y medios de comunicación.

Los medios de comunicación como espejos de la política argentina.
Autor: Lucía Vincent. Disponible en: noticias.unsam.edu.ar/wp-content/uploads/2016/12/VINCENT.pdf

Todo lo que nosotros sabemos y dejamos de saber sobre los últimos cien años de política argentina está mediado. Lo aprendimos en los textos escolares, lo escuchamos en la mesa familiar, lo leímos en los libros de historia, lo discutimos con compañeros de la facultad, lo vibramos con la literatura. Aún lo que vivimos en carne propia está mediado por nuestra memoria... De todas las mediaciones, hay una que es inexorable: la que realizan los medios de comunicación.

Nuestro imaginario está atravesado por ese gran espejo de la política argentina que son los medios. Pero, claro está, así como los mapas no reproducen de manera perfecta al territorio al que representan, los medios son también espejos particulares: a veces cóncavos, otras convexos, empañados, de colores, de aumento, de bolsillo. Y a veces, se rompen y traen siete años de mala suerte.

Los medios de comunicación en la Argentina han sido actores políticos determinantes que al mismo tiempo fueron funcionales, respondieron y propiciaron cada etapa política. La principal característica ha sido la no institucionalización de reglas claras en el vínculo entre el sistema de medios y el poder político. El comienzo de los primeros ensayos democráticos hace cien años se corresponde con el nacimiento del periodismo industrial desde las redacciones de los numerosos diarios que acompañaron ese tiempo histórico.

Durante el siglo XX, surgieron la radio y la televisión que se sumaron a las lógicas poco transparentes de relación con el poder político. Cien años después, asistimos a la muerte del periodismo industrial por la propagación de los medios digitales. Si no hubo institucionalización hasta ahora, es poco probable que pueda surgir en este nuevo tiempo de medios omnipresentes e inasibles donde impera la "posverdad".

La prensa cumplió el rol, durante todo el siglo XIX, de portavoz de las distintas facciones en conflicto. Se trataba de diarios que estaban dirigidos a grupos muy reducidos de lectores en una sociedad mayormente analfabeta. A fines del siglo XIX y junto con la expansión de la educación y la llegada de oleadas de inmigrantes, comenzó a extenderse una prensa cada vez más masiva: era el tiempo del desarrollo del periodismo industrial.

Para 1916, se había consolidado una prensa ejercida por asalariados de clase media que poblaban las redacciones de los diarios con prácticas profesionales que seguían un ritual que incluía el de la objetividad periodística. Esta tendencia no implicó, sin embargo, la ausencia de compromisos políticos y económicos a favor o en contra de los gobiernos de la época, una característica que signaría a la prensa argentina en particular y a la latinoamericana en general, en contraposición al modelo de prensa independiente del poder político propio de los países anglosajones.

Esta herencia de periodismo partidario quedaría impregnada en la relación entre el poder político y el poder mediático hasta nuestros días. Ya entrado el siglo XX, las dificultades para consolidar un régimen democrático en el país condicionó el desarrollo del sistema de medios, que ya por esos años incluía a la radio y al cine. Los medios derivaron a una lógica del mercado con principios comerciales como los ejes estructurantes de todo el sistema y con vínculos más o menos oscuros con el poder político de turno. La característica central del sistema de medios en Argentina, en oposición a otras regiones del mundo, fue la carencia de regulaciones y de normas claras en la relación entre el poder político y los medios, con un predominio de políticas de comunicación definidas a través de acuerdos por lo general no explícitos entre los gobiernos y los medios de comunicación.

Además, los medios públicos se caracterizaron por ser dependientes de los gobiernos, en lugar de ser medios del Estado con vocación por el interés público. Los tiempos de autoritarismo fueron, sin lugar a dudas, los más condicionantes para el sistema de medios, que se desplegaron tanto como instigadores de los golpes de estado y difusores de la propaganda del poder político de turno hasta como víctimas de la censura, del asesinato de periodistas y de la clausura de medios.
Sin embargo, los periodos democráticos tampoco implicaron aguas tranquilas. Tal vez uno de los periodos más emblemáticos en la relación entre los medios y el poder político haya sido durante las dos primeras presidencias de Juan Domingo Perón, quien comprendió el lugar privilegiado de los medios en la construcción de imaginarios colectivos favorables a su proyecto político: utilizó a la radio y al cine como sus grandes aliados y le dio impulso al nacimiento de la televisión, el medio estrella que signaría el curso de la historia. La información estuvo fuertemente controlada y centralizada, existía un plan de propaganda y un andamiaje de medios propios o cooptados que servían de sustento mediático al gobierno, además de la aplicación de la censura y las expropiaciones a los medios enemigos.

Ya en el último periodo de consolidación democrática posterior a la dictadura militar, la relación entre los gobiernos y los medios también estuvo plagada de tensiones. A partir de 1983, las prácticas del gobierno de Raúl Alfonsín con respecto a los medios eran en general democratizadoras y en favor del pluralismo, aunque el gobierno no logró llevar adelante el proyecto de ley de radiodifusión que se discutió por esos años. Si bien se institucionalizaron ciertas prácticas de vínculo entre los medios y el gobierno (como que el presidente concedía entrevistas a periodistas en general, ofrecía algunas conferencias de prensa, el vocero de la presidencia tenía un contacto habitual con los periodistas y los funcionarios del gobierno se comunicaban con los medios, sin que existiera una fuerte centralización de la información), lo cierto es que el sistema de medios heredado no se modificó para adaptarse a la era democrática.

Los actos públicos con una intensa participación popular se mantuvieron durante todo el gobierno de Alfonsín, pero la televisión comenzó a tener cada vez más peso relativo en la vida política. Hacia el final de su gobierno, al disminuir la participación, los medios, y sobre todo la televisión, dejaron de ser meros intermediarios para convertirse en verdaderos actores políticos con peso propio. Con la pretensión de convertirse en un eslabón imprescindible dentro del sistema republicano, los medios ya no sólo serán necesarios para los políticos durante las campañas electorales, sino que se convertirán en el escenario privilegiado y en verdaderos protagonistas del acontecer político.

El gobierno de Carlos Menem durante la década del ’90 significó que los medios de comunicación, sobre todo la televisión, adquirieran un protagonismo central en la vida política argentina, con un presidente que se adaptó a la lógica audiovisual y que utilizó a los medios como su forma privilegiada de contacto con la ciudadanía. Este gobierno se caracterizó por políticas de radiodifusión que tendieron a la privatización de medios y la consolidación de un sistema de medios concentrado e hipercomercial. Sin embargo, las políticas de radiodifusión fuertemente privatistas no le aseguraron al gobierno de Menem aliados mediáticos durante todo el periodo, sino que agigantaron el poder de esos medios concentrados.

Durante los años del menemismo, los medios ventilaron numerosos escándalos de corrupción, que monopolizaron las publicaciones de los diarios y los programas de televisión. Por primera vez, se desplegaba cierto periodismo de investigación, que nunca terminó de afianzarse. Al finalizar el gobierno, la televisión acentuaba el desprestigio de Menem al igual que el de las instituciones políticas en general, mientras que los medios acumulaban cada vez más poder y prestigio entre la opinión pública.

Su sucesor, Fernando De la Rúa, fue un presidente que buscó adaptarse a las lógicas impuestas por los medios, pero a quien las estrategias del marketing no le alcanzaron para suplir las limitaciones de su liderazgo y de su gobierno. Tuvo la intención inicial de modificar la ley de radiodifusión que seguía vigente desde la dictadura, además de darles más peso a los medios públicos para que pudieran competir en mejores condiciones con los nuevos multimedios que habían surgido durante el menemismo. Sin embargo, este proyecto nunca llegó a concretarse. La caída del gobierno de la Alianza fue, de alguna manera, potenciada por los medios, que se convirtieron en el lugar privilegiado para la crítica y la denuncia de las fallas del gobierno. De la Rúa terminó huyendo en helicóptero frente a las cámaras de televisión, en medio de una profunda crisis de representación que afectó a todas las instituciones políticas, incluidos los propios medios. El gobierno posterior a esta crisis, el de Eduardo Duhalde, implicó la mayor alianza entre el poder político y el poder mediático, con medidas por parte del gobierno que beneficiaron a los medios endeudados, que por su parte se contuvieron en sus noticias para no perjudicar al presidente.

El periodo de Néstor y Cristina Kirchner se caracterizó, entre otros elementos, por generar el mayor conflicto entre un gobierno y los medios desde el retorno de la democracia. La política de Kirchner en relación con los medios a partir de 2003 se basó en un discurso de confrontación y de denuncia sobre su rol dentro de la sociedad. Con reminiscencias del primer peronismo, el presidente pretendió quitarle a los medios el lugar simbólico de mediadores privilegiados entre el poder político y la opinión pública, buscó deslegitimarlos en su papel republicano de “cuarto poder” encargado de fiscalizar las acciones del gobierno y desacreditó a aquellos medios o periodistas que se autodefinían como prensa independiente, para devolverles el lugar histórico reservado a la prensa partidaria.

Kirchner atacó a los medios que consideró opositores de manera explícita y pretendió contar con la iniciativa a la hora de fijar la agenda de temas de interés público, controlando la información que brindaba el gobierno y los tiempos de difusión. Sin embargo, en lo que refiere a políticas de comunicación que implicaran un cambio en comparación con lo heredado de las administraciones anteriores, el gobierno de Kirchner mantuvo la discrecionalidad en el manejo de la radiodifusión y benefició con sus medidas a los grandes medios. No implicó entonces una institucionalización de las prácticas de comunicación del gobierno, un fortalecimiento de las mediaciones políticas como los partidos políticos, una democratización del sistema de medios ni una mayor participación ciudadana basada en una comunicación transparente y plural entre las instituciones políticas y la sociedad.

El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner heredó de su antecesor una situación conflictiva entre el gobierno y los medios de comunicación que, lejos de apaciguarse, se vio profundizada durante su mandato. La disputa por la mediación entre el gobierno y los medios opositores se convirtió en el epicentro de toda la política argentina con la aprobación, en 2009, de la nueva ley de servicios audiovisuales, que lejos estuvo de calmar las aguas.

Mauricio Macri llegó a la presidencia el 10 de diciembre de 2015 con la promesa de un "cambio" con respecto al periodo anterior. Tanto la campaña electoral como los primeros tiempos del nuevo gobierno pretendieron una "vuelta a la normalidad" luego de los niveles de confrontación durante el kirchnerismo. Con relación a los medios de comunicación, esta recomposición del vínculo entre los medios y el poder político se da en un nuevo contexto de fuerte expansión de los medios digitales y su impacto en las formas de hacer periodismo.

El nuevo reinado de los medios digitales generó una serie de consecuencias en el mundo de la comunicación masiva, que aún se encuentra en pleno proceso de transformación. Los medios de comunicación se basaron históricamente en el flujo unidireccional de la información, sin embargo, con la irrupción de los medios digitales, los medios tradicionales comenzaron a perder el monopolio en la intermediación masiva: se pierde la asimetría entre productores y consumidores de la información y, potencialmente, cualquiera con acceso a Internet es capaz de generar contenidos e impactar en la opinión pública.

La imagen de la tradicional redacción de un diario donde se conglomeraban quienes ejercían el oficio del periodismo se ve desdibujada junto con los principios que regían esas prácticas. Surgen nuevos conceptos, como el de la "posverdad", que aluden a que todo vale en la política de estos tiempos, incluso la lejanía con la realidad. Mientras tanto, el nuevo gobierno hace alarde de conocer y utilizar en su favor estas nuevas dinámicas, con un equipo de comunicación más especializado en el uso de Facebook que en establecer dinámicas tradicionales de vínculo con los medios tradicionales.

A cien años de los primeros intentos democráticos en Argentina, el espejo siempre distorsionado que son los medios de comunicación devuelven una imagen de fuerte expansión de los nuevos medios digitales, sin que el periodo anterior haya implicado una consolidación del juego entre el poder mediático y el poder político con reglas claras y transparentes. Fueron entonces cien años que vieron el nacimiento y la muerte del periodismo industrial, mientras que la etapa que se abre deja más preguntas que respuestas sobre el rol inasible de medios omnipresentes y con parámetros novedosos y desafiantes.

Actividad:
Modalidad: Trabajo grupal hasta 5 integrantes.

a)     Organicen en una línea de tiempo la evolución de la relación entre política y medios de comunicación de acuerdo a lo propuesto por la autora.
b)     Seleccionen un período e investiguen cuales eran los medios de comunicación mas importantes del período.
c)     Seleccionen una tapa de diario correspondiente al período y analicen su contenido. Pueden encontrar algunas tapas en el siguiente enlace: http://diarioshistoricos.blogspot.com.ar/
d)     Elaboren una conclusión a partir de lo trabajado en el texto vinculándolo con la información de la portada del diario.
e)     El trabajo será expuesto de manera oral a la clase.

Pautas para la evaluación:
·       Presentación de la línea de tiempo.
·       Presentación de imágenes de la portada seleccionada.
·       Pertinencia de la información presentada.
·       Exposición oral adecuada de los integrantes
·       Organización del grupo al momento de la exposición.
·       Elaboración de conclusiones que integren el texto a la información de la portada.
·       Duración de la presentación: 10´ minutos.