El Directorio.
La Asamblea resolvió a fines de enero de 1814 crear un poder ejecutivo unipersonal con el título de Director Supremo de las Provincias Unidas. El cargo fue ocupado por Gervasio Antonio de Posadas. La situación exterior empeoraba. Mientras trabajaba para armar una flota de guerra, Posadas apuró las operaciones frente a Montevideo. El Directorio declaró a Artigas fuera de la ley y designa a Alvear, el más intransigente de los porteños como jefe del ejército sitiador. Alvear logra entrar en Montevideo en Junio de 1814 y expulsa a los españoles, sin embargo los orientales se oponen al centralismo porteño.
Para algunos era necesario resistir como hasta entonces; para otros era inevitable acudir al auxilio de alguna potencia extranjera. Alvear sostenía que Gran Bretaña debía ser esa potencia. San Martín, en cambio, creía que la solución residía en una audaz operación militar envolvente para aniquilar a los realistas del Perú.
San Martín logró cierta autonomía para preparar en Cuyo la expedición a Chile y al Perú. Alvear, por su parte, buscó contactos diplomáticos destinados a obtener la ayuda inglesa a cualquier precio. La mayoría de la población y especialmente en las provincias veían en esa maniobra derrotismo y traición. Artigas encabezó la resistencia y las provincias de la Mesopotamia argentina cayeron bajo su influencia política.
En enero de 1815 Alvear sucede a Posadas como Director Supremo. Los pueblos del interior no ocultaban su descontento con Buenos Aires y el 3 de abril de 1815 se rebela el ejército con que Alvear contaba para reprimir la insurrección de los santafesinos apoyados por Artigas. La crisis se precipitó. Alvear renunció, la Asamblea fue disuelta y el mando supremo fue encomendado a Rondeau.
El retorno de Fernando VII al trono español en 1815 aumentó la incertidumbre de los patriotas. Era visible que el país marchaba hacia la disolución del orden político vigente desde mayo de 1810. A esta crisis interna se agregaba la crisis exterior. La frontera del norte había quedado a cargo de los guerrilleros de Martín Miguel de Güemes y se temía una ofensiva realista definitiva. En Venezuela, Chile y México los movimientos revolucionarios habían sido sofocados por los españoles. La amenaza era grave, y para afrontarla el gobierno convocó a un congreso que debía reunirse en la ciudad de Tucumán.
Ante la convocatoria se definieron las posiciones encontradas. Un grupo de diputados, adictos al gobierno de Buenos Aires, apoyaría un régimen centralista. En tanto que otro, fiel a las ideas de Artigas, propondría un régimen federal. El enfrentamiento enfrentaba a dos concepciones políticas y económicas de país. La riqueza fundamental era, cada vez más, el ganado que se reunía en las grandes estancias por millares de cabezas, y del que se obtenían productos exportables. Buenos Aires recogía a través de su aduana importantes ingresos que contribuían a acentuar las diferencias que la separaban de las demás provincias. Los pueblos del interior adherían al federalismo que proponía la nacionalización de la Aduana y las autonomías provinciales.
El Congreso no contó con representantes de las provincias litorales, en abierto estado de sublevación. Los que llegaron a Tucumán se constituyeron en Asamblea en marzo de 1816. El 3 de mayo se eligió Director Supremo a Juan Martín de Pueyrredón y el congreso, presionado por San Martín se propuso a decidir la suerte de la nueva nación. El 9 de julio, el congreso declara solemnemente que era “voluntad unánime e indubitable de estas provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados e investirse del alto carácter de nación libre e independiente del Rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli y a toda otra dominación extranjera”.
Si hubo unanimidad para la declaración de independencia no la hubo, en cambio, respecto a la forma de gobierno que adoptarían las Provincias Unidas. El problema entre Buenos Aires y las provincias del litoral que adherían a la política de Artigas se acentuaba. La situación se agrava aún más con la invasión de la Banda Orienta por los portugueses, promovida desde Buenos Aires, frente a la cual Artigas combatía sólo. La unidad del país peligraba cada vez más.
San Martín había terminado sus preparativos en Cuyo y comenzó su temeraria operación de cruzar la cordillera de los Andes. El 12 de febrero de 1817 cayó sobre el ejército español en Chacabuco y lo derrota. Así comenzó la crisis del poder español en Chile.
Entre Ríos y Santa Fe aceptaron la autoridad de Artigas y desafiaban a Buenos Aires. Frente a las fuerzas del litoral, el Directorio se veía cada vez más débil. Corrientes bajo la autoridad del caudillo artiguista Andresito, Entre Ríos gobernada por Francisco Ramírez y Santa Fe por Estanislao López, formaban un vigoroso bloque con la Banda Oriental, encabezada por Artigas.
En 1819, el congreso nacional, que ahora sesionaba en Buenos Aires, había sancionado una carta constitucional para las Provincias Unidas, inspirada en principios aristocráticos y centralistas. La crisis no se hizo esperar. Las tropas santafesinas y entrerrianas se dirigieron a Buenos Aires en octubre de 1819 y el Directorio no vaciló en solicitar la ayuda de las tropas portuguesas que ocupaban Montevideo.
Rondeau, sin el apoyo del ejército del Norte enfrentó a las tropas del litoral el 1° de febrero de 1820 en la cañada de Cepeda: su derrota fue definitiva. Los vencedores exigieron la desaparición del poder central, la disolución del Congreso y la plena autonomía de las provincias. Con el tratado de Pilar comienza una nueva etapa: la desunión de las provincias, durante la cual los grupos regionales, grupos económicos y los grupos ideológicos opondrían sus puntos de vista para encontrar una nueva fórmula para la unidad nacional.
Actividad: El Directorio.
1. Identificá las posiciones de San Martín y Alvear frente a la amenaza realista.
2. Nombrá los sucesos externos que complican la situación revolucionaria en las Provincias Unidas.
3. Establecé los acuerdos y diferencias que se producen en el congreso de Tucumán.
4. Justificá la siguiente afirmación: “La política del Directorio llevó a la ruptura de la unidad de las Provincias Unidas.”
5. Organizá una línea de tiempo política entre 1810-1820.